No hay alternativa
No hay alternativa "There is no alternative", el eslogan atribuido a Margaret Thatcher en los años 80 del siglo pasado ha sido el mensaje transversal, permanente y repetido una y otra vez a lo largo de los últimos treinta años por el establishment occidental, también en España. Aplicando el principio del adagio latino "Gutta lapidem cavat non vi sed saepe cadendo" (La gota horada la piedra no por su fuerza sino por su constancia en la caída), el neoliberalismo ha mantenido, como un junco, ese lema en su actuación política. En cualquier conflicto, crisis o tensión ese pensamiento ha impulsado toda la acción del sistema económico imperante: bajo la inflexibilidad, el mantenimiento de políticas o el desarrollo de otras encaminadas a cercenar derechos y libertades. Es la convicción (su convicción) de que se pone en marcha, en el caso de la derecha política y cultural, por coherencia con un nuevo modelo económico y social; y en el caso de la vencida y resignad