Especulación, Polinyà no es ajeno
No hay pueblo que se escape del acecho de la especulación y no podemos pensar, que Polinyà es ajena a la tentativa de quienes poseen las tierras, a navegar por la política para conseguir que les sean recalificadas a urbanizables para obtener grandes beneficios. Sólo el control exaustivo de la ciudadanía lo puede evitar. Esa es la única forma.
Hoy desgraciadamente, estamos asistiendo a la mayor destrucción de los territorios. Vinculando casi siempre la justificación a la necesidad del crecimiento. Y muchas de las veces esa es la trampa. ¿Quién decide que hay que crecer?, ¿cuando y por donde?. En este sentido, hemos podido presenciar, en los medios de comunicación, cómo justificando los puestos de trabajo el especulador incita a los trabajadores a manifestarse contra los alcaldes que se oponen a ella. Y que poco les importa que los municipios puedan ofrecer a esos nuevos residentes los servicios que van a necesitar. Hecho que ocurre frecuentemente en la mayoría de pueblos y ciudades.
Para ello, el gobierno local tiene que estar dispuesto a no dejarse llevar por esos intereses. Lo que nos lleva obligatoriamente a una reflexión obvia: Nadie que represente a esos intereses, nos debe gobernar.
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