Toni Farrés falleció ayer. Un cáncer de pulmón acabó con él a la edad de 63 años.

Toni, como le decíamos los amigos, y Farrés como le llamaban los ciudadanos, fue una persona entregada a los trabajadores y a su ciudad. El trabajador de la famosa UH y el abogado que se formó en la cárcel Franquista tras ser detenido acusado de zancadillear a un directivo de la empresa.
Ese fue el Toni. El que entraba en las casas de los trabajadores humildes. El que denuncia a un constructor por ponerle un maletín sobre la mesa, para sobornarlo.
Su persona disfrutaba de la amistad de los ciudadanos forjada por su lucha, que ha sido monumental. ¿Quién de los últimos años del franquismo no se relacionó con él? ¿A qué joven revolucionario no defendió tras ser detenidos por la policía política social de entonces?
Los jóvenes de pueblo nuevo de la Salud, que fuimos detenidos por pertenecer a las juventudes comunistas, nunca podremos olvidar su trabajo y su cercanía con nosotros y con nuestras familias.
Esa es la razón de que miles de personas pasaran ayer ante el féretro situado en la sala de plenos del Ayuntamiento para rendirle homenaje. Nervios, lágrimas, recuerdos y respeto, se fundieron para darle una despedida de amor y de cariño.
En las elecciones municipales de 1987 no se podía perder su apoyo a la candidatura de la izquierda y a los jóvenes que él defendió y saco de las cárceles. Su apoyo a Polinyà suponía un algo más que su simple presencia a un acto electoral. Era el apoyo a algo más. Daba su apoyo a los que él había contribuido a forjar y formar como luchadores y a gentes honestas.
El que normalizó la situación de ilegalidad de la barriada de pueblo nuevo. El que dio los servicios a todas las barriadas de Sabadell y el que gobernó con dignidad y honestidad los 20 años de alcalde de Sabadell. El que no se vestía para la foto, el que no posaba para la foto, como ocurre hoy.
Creo, que simplemente es necesario que, además de recordarle, sigamos en la lucha por la justicia que él siempre defendió.

Roque Fernandez Navaro