Europa no tiene memoria

Europa que con sus invasiones y después con su migración ocupo casi todo el continente americano en fechas históricas, ahora dice no acordarse de eso y plantea a la migración que le llega como uno de sus males más profundos.

En Italia es una verdadera cacería de brujas lo que se está produciendo. Silvio Berlusconi es la cara visible de este nuevo giro de Europa hacia un nuevo tipo de fascismo, un fascismo modificado que esta vez incorpora elementos como el neoliberalismo.

Decir que Silvio Berlusconi tiene vínculos con la mafia sería faltar a la verdad, ya que él mismo es la mafia, con más de treinta y dos juicios en su espalda congelados por su estatus político. Este personaje ahora usa a la camorra (mafia italiana) como su grupo de choque para acosar a los inmigrantes por las calles de este país.

La nueva ley de migración en Italiana prevé el aumento de hasta 4 años de prisión para los inmigrantes que no tengan papeles en regla, ya no es necesario cometer ningún delito, el único delito es emigrar, como durante la Alemania nazi el delito fue el tener la piel más oscura.

Los campos de concentración modernos son las cárceles, no se necesita construir un campamento en medio del bosque para asesinar a las personas basta con matar su voluntad y su libertad encerrando su cuerpo.

Por otro lado, los italianos que se atrevan a ser arrendadores de personas sin permiso de residencia deberán pagar con una multa de 50.000 euros e incluso con la expropiación del bien inmueble.

Francia, con Nicolás Sarkozy, prometió expulsar a 25.000 personas de su territorio como promesa electoral, esto para el agrado de sus votantes como si se tratase de otra promesa vacía más se tratara como mejorar la vivienda o los sueldos.

Son Italia y Francia las que llevan la batuta de la política migratoria europea.

En España el Gobierno se plantea aumentar el plazo de retención de inmigrantes de 40 a 60 días, esto sin asegurar la defensa por parte de un abogado de oficio.

La verdad es que estas actitudes racistas por parte de los grandes líderes de la derecha europea no preocupan a nadie o casi nadie. Los medios de comunicación callan, a los parlamentarios no les interesa lo más mínimo y los mismos inmigrantes no se agrupan por el bien común salvo contadas excepciones.

El clamor de los ecuatorianos es pedir ayuda, inconscientes que salvo un puñado de europeos conscientes y sin poder real de decisión no existe nadie a quien clamar justicia, estas personas aun no comprenden que nadie vendrá a salvarlos salvo nosotros mismos junto con este puñado de valientes podemos hacer algo por nuestra comunidad. Europa se dirige hacia un nuevo tipo de fascismo y la crisis económica. Los inmigrantes solo serviremos de colchón para soportar la caída moral de este viejo y cansado continente.

Dimitri Cevallos Defranc/ Librered