Cuando hablamos de personas buenas hay que hablar de Máxima Iglesias Vicente.
Máxima, es una persona maravillosa.
Con el trabajo de la Plataforma en defensa de la sanidad pública de Polinyà, he tenido la
gran suerte de conocerle más afondo sus valores y sensibilidades.
Una mujer muy inteligente. Trabajadora.
Se puede contar con ella a todas horas, para la causa social. Generosa y amable
para con la gente. Una persona desinteresada. Solidaria. Sufridora con las injusticias
nacionales e internacionales, como por ejemplo ahora el genocidio de Israel con
palestina. Buena amiga de sus amigas y amigos. Y muy buena compañera de lucha. Le
gusta organizarse en todo lo que se relacione con la justicia social. De ahí le
viene su buen trabajo con Caritas Polinyà y con la Plataforma. Etc.…
Tiene un concepto de Positividad excepcional.
Mira para adelante siempre en positivo y eso le hace ver las cosas de esa manera
que a otros nos cuesta mucho más. Para mí es un orgullo trabajar a su lado.
Y, de aquí, que nazca hoy 15 de
diciembre, esta maravillosa historia en el día de su cumpleaños:
Estando en la Tercera República
Española, un día, Máxima recibió una carta del Ministerio de Sanidad,
invitándola a formar parte de un comité de expertos que debía elaborar un
informe sobre la situación de la sanidad pública en España y proponer medidas
para mejorarla. Máxima se sintió muy honrada y emocionada por la oportunidad, y
aceptó sin dudarlo. Pensó que era una forma de contribuir a una causa que le
apasionaba y que afectaba a millones de personas.
El informe fue entregado al
ministro de Sanidad, que lo recibió con interés y agradecimiento. El ministro
prometió estudiarlo con detenimiento y tomar las medidas oportunas para mejorar
la sanidad pública. Máxima y los demás miembros del comité se sintieron
satisfechos y esperanzados, y celebraron el trabajo realizado.
Máxima regresó a Polinyà, donde
la esperaban sus amigos, su familia y sus vecinos. Todos la recibieron con
alegría y orgullo, y le hicieron un homenaje por su labor. Máxima les agradeció
su apoyo y su cariño, y les contó su experiencia en el comité. Les dijo que
había sido un reto y una oportunidad, y que esperaba que su trabajo sirviera
para mejorar la sanidad pública y la vida de las personas. Les dijo que se
sentía feliz y afortunada de haber podido colaborar con una causa tan noble y
necesaria. Y les dijo que seguía siendo la misma Máxima de siempre, una vecina
de Polinyà, una persona admirable y comprometida con la defensa de la sanidad
pública las causas sociales y por un mundo mejor.
Roque Fernández
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