NI COPAGO, NI REPAGO. ¡YA LO HEMOS PAGADO!
Sabíamos que la pretensión de volver a la carga en la batalla del “copago” estaba en la agenda de algunos de nuestros políticos, y en concreto, tópico y particular en la de la Consellera de Salut en Cataluña. Así lo presagiaban diversos globos sonda, encuentros y encuestas técnico-científicas varias , manifestaciones sesudas de pensantes pensadores del estado de “disfrutar ? ” del que nos venimos beneficiando todo españolit@ i/o catalanet/a la hora de requerir asistencia sanitaria, pública.
Tanto va el debate sobre la sostenibilidad del sistema público a la fuente que su universalidad accesibilidad y equidad amenazan ruptura. La irrupción violenta de la actual mega- Crisis, ha propiciado un escenario convulso y aprovechable para multitud de temas que estaban “pendientes” de lo que “políticamente” se podría calificar de una “oportuna coyuntura socio-económica”.
Es cierto que alguna gente como yo mismo , de neuronas torcidas a sinistra-izquierda y descaradamente enrojecidas, pensamos en primera instancia que a momentos difíciles y de zozobra económica y social hay que responder desde el Estado social con más y mejores prestaciones, con más garantías de protección. Y ello sobretodo para con los más débiles de la sociedad, pasando necesariamente por trabajadores/as, mujeres, jóvenes, viejos-“mayores”, inmigrantes, precari@s, parad@s, discapacitad@s, excluid@s, pobres cronificads y enferm@s, ...osease los frágiles del mundo que son/somos la gran mayoría de los que aspiramos a sobrevivir con dignidad sin cuentas en Suiza, patrimonio interesante ni acciones millonarias.
Pues NO, a la inefable Consellera Geli, socialista por socia y por lista, le ha venido la penuria económica global como anillo al dedo de disparar el gatillo privatizador. Como anilla a la pata para meterla, la esa, la pata y proponer con altavoces mediáticos y una “clac” entusiasta de la industria farmacéutica, de las compañías aseguradoras y de sanidad privada y de los profesionales más corporativizados y neoliberales del sector, la magna aspiración: EL COPAGO.
Queda visto y confirmado que la Consellera quiere pasar a la historia – negra historia esta - como la responsable de haber institucionalizado la gran OPA- fisura - grieta que abra la posterior liquidación del sistema público de salud tal como hoy lo conocemos y como en su día lo conquistamos. Abierta la ranura del copago por atención –servicio sanitario, con independencia sutil de cual sea su cuantía, especificidad o matiz cosmético, se iniciará una irremisible e imparable carrera hacia el precipicio de la mercantilización salvaje del “mercado de la salud”.
Al más puro estilo del sector mercantil norteamericano, falsamente moderno , criticado, ineficaz, injusto y denostado por la propia ciudadanía norteamericana que lo viene padeciendo y actualmente, en tiempos de crisis, definitivamente rechazado por corrupto y por generador de desigualdad y enfermedad. Los actuales candidatos made in USA, usan la campaña circense para criticar y proponer cambios, y entre esos cambios el sistema de salud/nosalud americano se lleva la palma en clamor popular- protovotante exigiendo su corrección inmediata....hacia un sistema público y universal....como el de España (sic)!!! Lastima que la SDra. Geli siga todavía seducida por tantos “vetustos- modernos” asesores del liberalismo económico y los agentes del gran empresariado del sector seguros y sanidad privada.
Porque regresando al meollo del tema. Si como declaran la finalidad no es “recaudatoria”, léase que se acepta de entrada que no es por/para que pueda corregir la economía del sistema, ¿a qué viene el argumento de la insuficiencia dineraria y su agudización por la crisis ?. Realmente el sistema requiere otro tratamiento mucho más radical- de raíz si se quiere sostener… y mejorar !!
Por una parte : Más aportación de recursos públicos- presupuestos generales del Estado-, mejor tratamiento económico del Estatut de Catalunya también en su aspecto de financiación de la salud. Por otra, reserva y utilización para la red pública de salud de esos recursos y corrección de las clamorosas desviaciones negativas en gasto farmacéutico, en tecnología de uso cuestionable, en carencias prevencionistas y excesos intervencionistas de riesgo, en privatizaciones y en externalizaciones a diestro y más diestro... Más recursos y mejor gastados. Recursos públicos con dedicación pública, con control, con gestión, con objetivo, con atención, con dotación (o provisión que dicen ahora), y titularidad, públicos. No se nos puede pedir que, habiendo trabajado y satisfecho nuestras obligaciones fiscales que nutren las arcas del Estado, “volvamos” ahora a pagar la asistencia médica cuando la necesitemos. Eso es REpago y un timo.
Si el motivo de instaurar el nefasto copago, y/o cualquier limitación de cartera de servicio o sucedáneo, obedece a la otra pretensión, como así dicen, a la voluntad disuasoria del uso del sistema y para así “moderar la demanda” , la crítica y el rechazo no pueden ser de mayor calado: solo “limitarán- moderarán- restringirán el acceso a los servicios de salud a las capas realmente más pobres de la sociedad, a las personas y colectivos más necesitados y más frágiles, más “desfavorecidos” como ahora les gusta decir. Es decir que la modalidad del pago incrementaría la desigualdad, la inequidad y liquidaría la universalidad.
No valen, no deberíamos dejar que cuelen, mentiras como puños como son la pretendida superioridad de la gestión privada, la eficacia y eficiencia de los sistemas privados-privatizados. Ni otras fórmulas más sofisticadas, edulcoradas, con anestesia populista, como son las bondades de lo “mixto”, lo complementario ( tu pones un poco y yo pongo otro poco- de lo tuyo !!). No valen aquí propuestas de reequilibrio fiscal y corrección impositiva usando la precariedad en salud como falso mecanismo redentor que incrementa las aportaciones de los que sí tienen versus a las menores aportaciones de los que no tienen (pero a quienes, aun así, vamos a dar una atención básica y caritativa- modelo USA- en pro de una conciencia social tranquilizada). Si quieren incrementar la aportación de los más ricos, ¡ OJALÁ ! que lo hagan por la vía fiscal y de los impuestos directos.
El copago “simbólico” no vale para recaudar y sí para empozoñar y liquidar el sistema público, integral y universal de salud a costa de segregar, penalizar y discriminar a los más pobres.
Si insisten en imponerlo, se hará necesaria una movilización masiva de la sociedad y una confrontación de tal envergadura que se hará visible lo irreconciliable de los intereses públicos y sociales frente a los privados y mercantiles. No hay otra lectura y que nadie se deje llevar por perversos sentimientos generados de autoinculpación. Los enfermos no “abusan” de la sanidad, y en todo caso es responsabilidad de los políticos enseñarles para que sepan usarla mejor, una vez hayan escuchado (no solo oído) sus percepciones, sus argumentos y sus necesidades. Si consiguen abrir una fisura conceptual, la hemorragia ulterior está asegurada, y las pérdidas pueden resultar irreversibles por muchos años. ¿COPAGO ? ¡Ni mentarlo !!
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