DECLARACIÓN DE BARCELONA-SALUD o ¡ BCN. Salud !


Barcelona y convocad@s por la Fundación L’Alternativa, Esquerra Unida i Alternativa, el Partido de la Izquierda Europea, y con la colaboración de “DEMPEUS per la Salut Pública”, nos hemos reunido para tratar a lo largo de una jornada de trabajo el tema “SALUD Y DETERMINANTES SOCIALES EN EUROPA”. Y hacerlo de forma colectiva, sumando y atendiendo a las diversas experiencias aportadas. Con la voluntad de homogeneizar el lenguaje y de llegar a unas propuestas comunes y pensadas para, y desde, la Europa real y social de la que formamos parte.
El presente texto es el producto, en forma breve y concisa, de la elaboración de un trabajo más amplio (el documento base de la Declaración de Barcelona) que permite ofrecer a la esperanza de alcanzar en Europa una mejor salud y una mayor equidad, una fundamentación académica y científica. Ese documento lleva el título “La Salud Pública y la equidad en salud en Europa” y constituye la base rigurosa y en profundidad que fundamenta las reivindicaciones políticas que se expresan en esta declaración.
Las conclusiones del debate realizado son el fundamento argumental para la presente
DECLARACIÓN:
a) Hemos podido evaluar, con una gran coincidencia de aportaciones de los diferentes territorios geográficos, culturales e históricos europeos, la presente situación de degradación por lo que respecta al derecho a la salud, de pérdida de su calidad y accesibilidad, y de incremento de las desigualdades en salud. También constatamos el ataque que supone la mercantilización flagrante u oculta del sector sanitario, las privatizaciones de los servicios de salud, y la presencia cada vez más agresiva de los intereses corporativos y con fines de lucro con la consiguiente pérdida de calidad y equidad respecto a los servicios públicos.
b) Nos manifestamos en el acuerdo y seguimiento de la legislación y normativas internacionales y europeas que promueven el carácter público, universal y de calidad de la promoción, la protección y las atenciones a la salud y de todos sus determinantes: La Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Declaración de Alma-Ata, la Carta de Ottawa, la Carta Social europea o las últimas recomendaciones de la propia OMS denunciando esta mercantilización a través de la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud (2008). O la misma Carta de Barcelona sobre “Precariedad y Salud” que confeccionamos y editamos en esta ciudad en junio de 2007.
c) La salud viene determinada por elementos de carácter económico, cultural y político. El enfoque en salud debe ser intersectorial e interdisciplinar, siguiendo el consejo de la Comisión de Determinantes Sociales en Salud de la OMS.
Dicho esto como marco y posición colectiva, reivindicamos la justicia, la necesidad y la viabilidad de reivindicar los siguientes puntos:
1.- La salud, tal como la define la OMS, es un derecho social y no una mercancía. Cuando se confrontan intereses o interpretaciones del binomio “Salud derecho- Salud mercado” la primacía del ejercicio del derecho debe prevalecer legítimamente y en todos los casos.
2.- Estamos pues, tratando la salud como un derecho, un valor, un objetivo social primordial y exigible que aporte la mayor protección, promoción, garantía y cuidados para todas las personas. Esta es una obligación inexcusable de los gobiernos. Y esto es particularmente cierto y válido para Europa y, en definitiva, para la UE social que queremos construir.
3.- Hemos constatado una falta objetiva de sistemas de información y la evaluación de políticas en materia de salud y de sus determinantes a nivel del territorio europeo. Hoy no disponemos de una verdadera herramienta de trabajo, imprescindible para realizar un “diagnóstico” contrastado y completo que permita plantear en la forma más adecuada una posterior acción a escala de la UE. Máxime si consideramos la complejidad añadida por la heterogeneidad nacional. Es una necesidad básica el dotarnos de un Sistema u Observatorio europeo que ofrezca la garantía y rigor necesarios, que sea fiable, y que permita monitorizar la salud, la equidad en salud y el conjunto de determinantes sociales, que facilite un alto nivel de información sobre los factores más relevantes, y que sea realice con pleno control público y democrático. Desde una instancia instrumental de este tipo SÍ se podrá estudiar y evaluar el evidente “Impacto en la Salud y la equidad” de todas las acciones y las políticas desarrolladas en el ámbito europeo, un impacto que se debería inexcusablemente anexar en todas las proposiciones, directivas y regulaciones europeas, sean del ámbito que sean.
4.- Reivindicamos también la garantía a la protección de la salud y el acceso universal a los servicios sanitarios en todos y en cada uno de los países y territorios de la UE. Ello permitirá una atención y asistencia sanitaria digna para toda persona que la necesite. Esta prestación ha de venir avalada y protagonizada por el Sistema Nacional y Público de salud en cada país – la única forma que así lo garantiza – y ha de ser integral y de calidad.
Especial atención merecen actualmente las patologías más prevalentes, las enfermedades emergentes, así como las enfermedades infrecuentes o insuficientemente conocidas y tratadas. En estos casos deberán abordarse con más medios públicos, incluida la asistencia, la formación, la información y la investigación, sostenidas y garantizadas desde las Administraciones públicas.
5.- La financiación se ha de generar necesariamente desde las diversas fuentes del sistema fiscal de cada país y de la UE. Negamos que el sector público de salud no sea sostenible. Como derecho de ciudadanía ha de recibir también financiación de manera especial de la tributación de las rentas del capital financiero insuficientemente gravado y especialmente protagonista e impulsor de la globalización neoliberal.
6.- Rechazamos frontalmente todas las formas de mercantilización de la atención sanitaria bajo engaños a través de co-pagos y complementariedades, que no son otra cosa que re-pagos.
7.- En la concepción más amplia y valiosa de la salud, aquella que la define como una forma de vivir que es autónoma, solidaria y gozosa, y en armonía con el entorno social y medioambiental, nos pronunciamos por las intervenciones necesarias y pertinentes en todos y cada uno de sus determinantes, sin olvidar los factores sociales que son, al fin y al cabo, la causa fundamental del estado de salud y equidad de una sociedad. El empleo, el trabajo, el género, el medioambiente, la etnia, la nacionalidad, la discapacidad, la cultura, la protección social, la clase social, el urbanismo, o la vivienda, son los verdaderos definidores de la salud pública, y esto supone la necesidad ineludible de tratar todos estos temas desde la transversalidad, la intersectorialidad y la mayor amplitud participativa y transdisciplinaria. En este sentido se manifiesta la OMS cuando pide y propone el objetivo de “acabar con las desigualdades en salud en una generación” en todo el mundo, y también en Europa. Consideramos las inequidades en salud como un indicador clave de la desigualdad y la justicia social, una lacra que debemos y podemos superar.
8.- Para desarrollar estos objetivos es imprescindible la participación social. Nos referimos a una forma nueva y activa de participar, desde el poder popular y la democracia directa, la corresponsabilización, el respeto democrático a las diferencias, el compromiso de transparencia, con el seguimiento y participación de la ciudadanía. Los ciudadanos y ciudadanas de Europa, actuando en la salud y sus determinantes son el agente imprescindible, el agente socio-sanitario y de salud fundamental, pero son todavía más, son un agente clave de identidad en la construcción dinámica de la Europa social que nosotr@s queremos y estamos construyendo.
9.- La salud no tiene fronteras, como no las tienen tampoco las enfermedades y las agresiones ecológicas y económicas de las políticas neoliberales. Es todo el planeta, globalmente, el que saldrá adelante o sucumbirá en la empresa. Igualmente, en el campo de la salud reclamamos que se realicen los análisis y prácticas que asuman estas situaciones a escala internacional y lo hagan con la prioridad de la justicia, la equidad y la solidaridad entre territorios, pero también entre pueblos y en fin entre personas.
Por todo esto PROPONEMOS trasladar y usar como herramienta, como un instrumento concreto, este texto declarativo:
A) A escala europea, posibilitando la tramitación y la gestión adecuada en las instancias pertinentes, y en particular en el Parlamento Europeo donde disponemos del apoyo manifestado por eurodiputados presentes del GUE/EVN, que la podrá utilizar para la interpelación al resto de Grupos de la Cámara, para una nivelación al alza de las conquistas alcanzadas en todos y en cada uno de los territorios europeos.
B) Difusión a todos los niveles de estamentos, instituciones y organizaciones competentes en materia de salud. Ya sean profesionales, académicas, o Gobiernos locales, regionales, estatales y europeos.
C) Extender esta Declaración (BCN.Salud) a toda la base social. Hacer difusión, en las diversas lenguas de la UE entre toda la ciudadanía para su conocimiento, pronunciamiento y apoyo si lo considera. Recuperando una forma activa de hacer sociedad “En Pie /DEMPEUS” desde el empoderamiento autónomo y la exigencia democrática, explorando la perspectiva de movilizaciones a todos los niveles posibles, estudiando la viabilidad de promoción de Iniciativas Legislativas también desde la población, retomando aquellas prácticas de implicación de la Europa “partisana”, cerrando filas en la defensa del carácter público de la salud y protegiéndola de la nuevas oleadas parasitadoras, privatizadoras y mercantilistas de la actual Europa neoliberal y capitalista.
¡ Podemos ! ¡Claro que podemos, y además es nuestro deber!
Barcelona, a 27 de febrero de 2010

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