Ana Mato abre una intransitable vía de “peaje” a la sanidad para inmigrantes “irregulares”




Pobre madre, portaba en su mirada distante y abatida la luz del desencanto triste flor de su tierra prometida.

La insumisión de colectivos médicos (en número de 826 profesionales y creciendo, en las Comunidades que acatan el RDL-16/2012) y el hecho de que ya tres Comunidades no acepten discriminar a la población inmigrante (Andalucía, Asturias y Catalunya) es (con más probabilidad que un impulso tardío de compasión debidamente cobrada) lo que ha motivado la orden que prepara el Gobierno Rajoy sobre atención a inmigrantes “irregulares”. El Pais ha podido saber que las personas menores de 65 años que necesiten ser atendidas en hospitales y centros de salud públicos deberán pagar una “cuota” de 710,40 euros al año o lo que es lo mismo, 59,20 mensuales. Desde los 65 años en adelante, el coste supone 1.864,80 euros anuales (155,40 al mes). Y en todos los casos, habrá “descuentos” para nuevos miembros de la familia que se acojan al convenio…
La imagen que nos quieren evocar desde el PP –y con la que nos machacarán los contertulianos paniaguados “à la Marhuenda”– es la de acomodados ciudadanos extranjeros que disfrutan de sus años de jubilación en el clima mediterráneo y abusando de nuestro sistema público de salud (que por otro lado las Mato y Farjas se están cargando a marchas forzadas). Pero no se dejen engañar. De quien estamos hablando es de personas inmigradas que carecen de “papeles” porque no encuentra trabajo (o porque han caído en manos de empresarios que no han declarado su situación laboral) y que ya deben llevar empadronadas en España más de un año.
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Es la puerta trasera, de peaje, que abre el Ministerio de la Mato para “reintroducir” las personas inmigrantes en la asistencia sanitaria pública no urgente. Si están enfermos, sin trabajo y ya llevan un año padeciendo las inclemencias de la crisis económica tan poco amiga de las personas más necesitadas, que paguen. Seguramente si se tratara de Boi Ruiz les diría que se hagan de una mútua, pero algún asesor mínimamente lúcido de la Mato le ha explicado que ninguna Mútua privada tiene como principal objetivo curar, sino buscar su beneficio. Se calcula que la población inmigrada “irregular” que puede estar afectada por la medida son unas 150.000 personas, entre adultos (que deberían firmar voluntariamente estos “convenios”) y menores de edad, que por el momento seguirían accediendo al sistema sin cuotas, o las mujeres embarazas. Si se firman los “convenios” pero se dejan de pagar las cuotas, el castigo a la morosidad puede ser que durante tres meses se les nieguen los servicios sanitarios no urgentes… ¡Cómo se les ocurre ponerse enfermos siendo morosos! Y naturalmente, si no pagan lo que adeudan, perderán todo derecho a la asistencia sanitaria…. Y luego nos dice Pilar Farjas, mientras quiere imponer su cilicio a FACUA, que los servicios de salud no tienen nada que ver con el concepto de “clientes-consumidores” cuando son ellos los que mercantilizan el servicio y hacen de nuestra sanidad una mercancía y de la salud de los emigrantes su pequeño y mísero botín.Desde Dempeus per la Salut Pública pensamos que nunca está de más recordar e insistir que en un país no puede hablarse de sistema de salud cuando se expulsa literalmente a colectivos de miles de ciudadan@s en función de características –de hecho, estigmas– que se ocultan tras disfunciones administrativas, cuando responden a motivos socieconómicos o raciales. Se empecinan estos malos gestores economicistas, depredadores de la salud, en ignorar que toda acción, omisión o atención en materia de atención a la salud (eso que entendemos por sanidad) solo puede resultar eficaz, útil, eficiente cuando incumbe a toda la población.
Los virus, bacterias, y otras patogenias no funcionan por “papeles” pero es evidente que las condiciones sociales determinantes de salud de una sociedad (microbios incluidos) suponen el diagnóstico de una sociedad. Y también el pronóstico: esta discriminación premeditada, consciente y perversa de asistencia a miles de miles de PERSONAS se tornará en enfermedad, sufrimiento y muerte para toda la población, con las atendidas (y las malatendidas) incluidas. No es un augurio, es una evidencia científica perfectamente documentada. Pero es que además estos talibanes neocons -que confunden creencia con ciencia- tampoco leen todo lo que deberían leer.
Toni Barbarà y Àngels Martínez CastellsDempeus per la Salut Pública
Se habla también del tema en Le Monde
Toni Barbarà ha escrito, entre otros textos sobre el tema, “SALUT i immigració”
Àngels Martínez Castells, entre otros, “La Unión Europea y la esclavitud moderna”


Más información en ElPais

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