Los comunistas siempre se caracterizaron por dar la cara.

Los comunistas siempre se caracterizaron por dar la cara. Y su persistencia por el socialismo, intachable. Son inextinguibles, por mucho que desde otras formaciones se haya trabajado para destruirlos. Y mucho menos van a destruir a los más veteranos, los que se forjaron en la dura y larga lucha contra el Franquismo, esos son especiales.
No son lo mismo que aquella persona arribista que llega a los sitios de la mano de los comunistas y a los dos días ya da codazos para situarse y salir en la foto. La estrategia de estos personajes, es la de obtener una tarjeta de presentación rápida, de cara a ser captados por otros partidos que les merodean y les permitan acceder a los puestos deseados para ver si se benefician de algo.

Luego todos estos figurines una vez han hecho el caldo gordo a quien le prestaron todo el apoyo, comienzan a encontrarse mal y a ver que han perdido toda la credibilidad y por supuesto, la confianza en los que fueron sus compañeros.

Pero ya somos grandecitos y debía saber que ese comportamiento arribista se paga, como a la larga se paga todo trabajo sucio, aunque sea con uno mismo. La mala consciencia no permite vivir tranquilo.
Para mantener un respaldo mínimo utiliza los medios en su poder para crear problemas. Echar a unos contra otros para asegurarse un espacio entre sus acólitos.