¿Es posible que los vecinos de Polinyà se merezcan mucho más de lo que los partidos políticos les están ofreciendo?

Como persona de izquierdas, de toda la vida, siento como obligación dar mi opinión sobre la situación política de Polinyà. Es posible que ésta, pueda levantar algunas ampollas, no es esta mi intención, muy al contrario, siempre he defendido la unidad y es mi único objetivo.

Para empezar, debemos explicar que en la actualidad nos gobierna un equipo de 5 concejales en minoría (PSC, ICV-EUiA) frente a una oposición de 8 concejales (PDCAT 4, Guanyem Polinyà 2, ERC 1 y PP 1) y todos ellos, desarrollando sus tácticas y estrategias, para satisfacer a no sé quién, puede ser que a sus electores, porque no creo que satisfagan a los vecinos o a la ciudadanía en general, si no ayudan a facilitar la gobernabilidad.
No sé si otro comportamiento más sensato es posible. Y no sé si hay que priorizar los intereses de la ciudadanía, que a las estrategias y tácticas, de cada uno de los partidos políticos que se presentan a las elecciones municipales.
Estamos hablando de que en Polinyà hay fuerza más que suficiente para alcanzar un gobierno estable, para mejorar la vida de los Polinyenses, y no se hace.
Quizás hayan fuerzas políticas, que no entienden que las mayorías absolutas, por suerte, se han acabado, que la sociedad es cada vez más diversa y plural, y que hay que ir a acuerdos y pactos para gobernar y no quedarse en retaguardia a esperar si en otras elecciones municipales recolectan mejores resultados. No creo que esta estrategia sea muy tenida en cuenta por la ciudadanía.
Por lo tanto, al hablar de pactos municipales, hay que tener en cuenta de que esta va a ser la nueva forma de llevar a cabo los gobiernos locales. Esta nueva situación nos tiene que llevar a mayor dialogo entre fuerzas políticas para favorecer los procesos y los pactos, eliminando los personalismos y los chiringuitos políticos que lo dificultan.
Para conocer lo que ocurre en Polinyà hagamos un poco de historia.
Franco murió en el 1975.  En el 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas y las ganó la agrupación de independientes de Polinyà (AEIP) liderado por el mismo alcalde que gobernó los últimos años del periodo franquista. También las del 1987. En todas las elecciones municipales competían dos partidos, independientes y el PSUC.
Ese fue el motivo, de que en Polinyà,  el cambio político no se diera hasta en el 1987. En el año 1987 se presentó, por primera vez el PSC, el voto de los independientes se dividió y llevó a un pacto de gobierno de Iniciativa per Catalunya y el PSC. Ese fue un pacto político lógico y coherente, entre dos fuerzas políticas de trayectoria federalistas y una base electoral similar de clase trabajadora.  Dos elecciones después, en las elecciones del 1995, el PSC decide romper el pacto de gobierno con la izquierda y se decide pactar con CiU la derecha catalana. Este pacto siguió  dos legislaturas del 1995 hasta 2007.
Esos pactos con CiU llevaron a una crispación política entre el PSC y EUiA. En el 2007 el PSC alcanzó la mayoría política. Pero en el 2011 el PSC bajó cuantiosamente. Había mayoría de izquierdas pero ERC se negó a pactar con el PSC y la única posibilidad para formar gobierno, era con CiU, por lo que finalmente se da un pacto de castigo a la Sra Pedraza, entre CiU, ICV-EUiA y ERC. Después de todas esas circunstancias, enrarecidas, llegaron las elecciones del 2015 y el PSC consigue ser la lista más votada y había que ir a pactos para gobernar. De un Consistorio de 13 concejales se llega a formar un gobierno en minoría de 5 concejales: PSC y ICV-EUiA. Parece como si ambas formaciones quisieran poner paz entre ellas después de todo lo ocurrido años atrás.
En este momento, un pacto entre PSC y ICV-EUiA en minoría, no tiene ningún sentido. No es que sea contra natura, como otros pactos del pasado, todo lo contrario, está dentro de lo más normal, el problema es si ese pacto tiene sentido, cuando hay fuerza más que suficiente para un gobierno de izquierdas de mayorías.
Nos corresponde por tanto hacer un análisis de todo lo que nos está pasando, para conocer lo que estamos haciendo mal y poder rectificar a tiempo. 
En primer lugar, se puede decir, que lo que se visualiza a primera vista es que las fuerzas de la izquierda transformadora de Polinyà, han dado muestras de no tener demasiada cintura política para resolver esta situación. Siguen sin enterarse de que han creado un escenario que afecta a todas las fuerzas y que desconcierta a la ciudadanía.
Esta situación de desacuerdo nos crea problemas para aprobar los presupuestos del 2017 y aprobarlos mal. Seguramente todas las fuerzas buscarán argumentos para justificar esa situación, pero no tienen excusa. La izquierda de Polinyà no marcha bien y está obligada a crear debate para posicionarse en el difícil contexto que viven la clase obrera y las clases populares. Y que lo más importante es unirse para crear políticas que mejoren sus vidas y no para perjudicarles.
Llegaran las elecciones municipales del 2019 y qué harán las fuerzas políticas y qué dirán entonces las que deberían haber gobernado y no han querido. Deberían preguntarse cuantos municipios le gustaría tener la representación política que tiene la izquierda plural en Polinyà. En Polinyà podríamos tener un equipo de gobierno de ocho concejales de la izquierda frente a  seis de la derecha: la derecha catalanista PDCAT y la derecha españolista del PP.
En concreto podrían gobernar las cuatro fuerzas catalanistas de izquierdas: PSC, Guanyem Polinyà (Podemos), ICV-EUiA y ERC
Este sería el mejor escenario de todos los escenarios, una representación muy plural de la izquierda catalana, experimentado en la localidad de Polinyà.
Que una fuerza políticas se dedique a cargar contra otras fuerzas políticas desde la oposición e intente desgastarlas, evadiendo su responsabilidad política ante los ciudadanos que les han votado, no puede ser muy tenida en cuenta como una fuerza responsable y mucho menos fiable. Los partidos políticos no se crean para crear problemas, se crean para dar soluciones a los problemas.
Alguien debería llamar al orden, donde pudiera producirse un debate político serio y que  se decidieran cosas importantes, entre ellas el acercamiento político entre las fuerzas transformadoras de Polinyà.
En Polinyà se están moviendo las cosas para trabajar el nuevo sujeto político. Este tema podría ser un punto de encuentro donde pudiéramos generar debate público de cara a fomentar la política y que la ciudadanía pueda conocer las propuestas de Catalunya en Comù.
Otro dato que se puede observar es que desde que algunas fuerzas políticas han entrado en el Ayuntamiento  han caído varias organizaciones de interés social como: AVV, PHA, PUSP etc. No hay actividad. Ahora ha emergido una Plataforma en defensa de la sanitat pública de Polinyà, a la que hay que saludar y desearle los mejores aciertos posibles, pero una población sin movimientos sociales es una población muy pobre en debate y  en conciencia política y social que precisamente es lo que falta, siempre, pero en estos momentos más que nunca



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